viernes, 1 de agosto de 2014

Otherside.

Estaban solos, escuchando y cantando canciones de Red Hot Chili Peppers a altas horas de la noche, algo cansados por el largo día que había transcurrido.


Y es que los RHCP tienen un nosequé así muy raro. Sus canciones te transportan a un pequeño universo paralelo en el cual tu cabeza comienza a pesar, pero al mismo tiempo como que flota. Te comienzas a plantear mierda que creías que tu subconsciente había enterrado lo suficiente, pero no, ahí esta dándote las buenas noches. También te planteas tú vida así como muy brevemente y comienza a surgir esa autocompasión que da tanto asco y lástima y no sabes muy bien que hacer con ella. Crees que lo mejor será dejar de pensar así que intentas subir más el volumen del MP3, pero te fijas de que ya esta al máximo y te sientes gilipollas. Te tumbas en el suelo y te haces una bola con la esperanza de que así todo el mal del mundo se vaya pero lo único que consigues es refrescarte un poco ya que las baldosas están frías, it's something piensas para tus adentros.
Te levantas y comienzas a buscar algo que leer, por desgracia solo encuentras esos asquerosos libros de autoayuda que tu madre adora y te vuelve la palabra autocompasión otra vez a la cabeza, comienzas a pensar que qué vas a poder hacer tú si hasta el destino se opone en que encuentres un puto libro decente que leer aunque en el estado que estas tal vez todo te parezca extraño y demasiado llano con esa música de fondo. Te frustras y tiras el libro de autoayuda al suelo y lo pisas, lo vuelves a pisar y lo pisas una última vez, parece que así te descargas un poco del stress, o de la ansiedad, o de no sabes ya muy bien qué, ya que por saber no sabes muy bien que día de la semana es, y sinceramente no te importa mucho.

I heard your voice through a photograph

I thought it up and brought up the past

Once you've gone you can never go back

I've got to take it on the other side


Let's just STFU.



martes, 29 de abril de 2014

Sigue buscando.

¿Y tú que buscas? ¿La fuente de la juventud? ¿O la de la felicidad? ¿O alguna en la que lavarte las lágrimas?

miércoles, 26 de marzo de 2014

Que más dará.

A ver si te pasas por aquí y llamas al timbre. Con suerte traes un tupper lleno de sándwiches de jamón y queso, suena muy anticlimático, pero da igual, están buenos y es lo que importa.
O tal vez podría ir yo a buscarte en mi triciclo y tocar la bocina, verte asomar por la ventana, apartando la cortina ligeramente de una manera muy sexy, oír como te despides de tus padres y verte salir del portal corriendo, con la minifalda que me gusta y unas medias nuevas que te compraste el otro día.
También podríamos quedar directamente en algún sitio, no hay necesidad de hacerlo todo tan americano yendo uno de los dos a buscar al otro. Quedaríamos en el parque, yo llegaría primero, por eso de que soy el hombre y hay que esperar a la dama. Te vería llegar a lo lejos, corriendo, roja como un tomate, intentando respirar como puedes, tropezándote con una piedra y cayéndote, yo preocuparme pero al mismo tiempo reírme, ver como te levantas y te limpias las medias, que por cierto se han roto, que desperdicio.
¿Qué tal si vamos al cine? Pero no me obligues a ver Crepúsculo, que me rompes el corazón y no quiero que lo nuestro sea breve ¿Y a la montaña? A ver a cuantos bichos les tienes miedo. O a Port Aventura. Podríamos subir a todas las atracciones de agua, seguro que ganas el miss camiseta mojada. La playa no es una mala idea, te pondría crema solar de alguna manera muy sensual que ahora mismo no se me ocurre.

Si te digo la verdad, la idea que más me gusta es la del triciclo.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Yet, I can't see it.

I stare at the darkness,
a deep, deep darkness.

The deep blue of the abyss, that shies
away from the sun's piercing rays.

Spirals of white, pure fabric caress the curves,
from which the fragance rises.

I saw the fragance,
yet I can't see it.

I can't see it.

- Peak. 1x13.

martes, 29 de octubre de 2013

Caramelos de fresa.

Tú pelo huele a tabaco. Tus manos a la hierba sobre la que estamos sentados. Tus labios saben a mí. No sé si es la nicotina o lo mucho que te quiero pero podría besarte durante horas.

El otro día me dijiste que tenías que irte durante un año a New York y que no sabes si podré aguantarlo. Es gracioso que pienses directamente en lo débil que soy yo y tú ni te plantees que vayas a flaquear. Supongo que tienes miedo de que me hunda dentro de algún libro y no vea la luz hasta que llegues, o que me pierda en alguna canción y no encuentre la salida. Tal vez me estiraré en la cama, intentando mantenerme despierto hasta que vuelvas con la esperanza de que pierda la noción del tiempo. Con suerte entro en coma. Me miras de reojo y sonríes picaronamente, sabes que me estoy comiendo la cabeza. Se te escapa la risa y te miro con desespero. Quiero atarte a una silla y meterte en un calabozo con la excusa más absurda posible. Le daría a tu carcelero un caramelo de fresa cada día para que así te retuviese todo el año. Nadie se resiste a un caramelo de fresa, o eso me dices.

Hoy es tú último día aquí y apenas hemos hablado, apenas nos miramos, simplemente estamos estirados el uno al lado del otro cogidos de la mano, a veces comentamos las formas que nos parece que tienen las nubes y te ríes de mi, dices que tengo una imaginación algo macabra. La verdad es que no te lo niego, algo loco si estoy, loco por ti entre otras cosas. Que cursi y típico ha sonado eso, por Dios.

No me gustan las despedidas, nada de nada. Lloro como una nena y uso tu hombro en plan almohada, es muy triste, se supone que en las historias de verdad el hombre es todo un macho y consuela a la chica de que todo irá bien, en nuestra relación eso va al revés. Creo que la gente se ríe de mi. Pero sinceramente me da igual, estoy contigo y ellos se comen los mocos, que les peten.


Pero ya verás como este año seré fuerte. Te esperaré comiéndome un caramelo de fresa cada día a tu salud. 

miércoles, 19 de junio de 2013

Mapache

Eres como lo que yo entiendo por un mapache. Tal vez como soy algo analfabeto me equivoco.

De escondidas entras en mi cerebro, remueves un poco la mierda, me robas lo más importante, y cuando me entero y quiero decirte: "¿¡Oye pero tú que haces!?" ya te has dado a la fuga y me has dejado aquí tirado, sin ti, viéndote huir mientras escucho una risa malévola en mi cabeza.

Debería mandarte a la puta mierda, pero para cuando lo chillo a los cuatro vientos ya estas demasiado lejos como para escucharlo, entonces a mí se me pasa el enfado, y al cabo de un tiempo tú vuelves a robarme.

Todo esto comienza a darme nauseas.

viernes, 15 de marzo de 2013

Podríamos.

¿Quieres arruinar el resto de tu vida junto a mí? Ya sabes, tú y yo como una pareja.
Podríamos salir por ahí y tomar un batido de fresa, compartiendo la pajita. Podríamos ir al cine y te dejaría que me destrozases la mano. Podríamos ir a la playa, yo quedarme debajo de la sombrilla y tu derretirte al sol. Podríamos ir a la montaña y tumbarnos en la hierba mientras tú miras si no hay hormigas alrededor. Podríamos ir en coche a la otra punta del país mientras tú me das conversación para que no me duerma. Podríamos coger un avión y mientras yo me quejo del bebé que llora tú babear por él. Podríamos ir a Port Aventura y subirnos a todas las atracciones que te den miedo solo para ver tus caras de pánico en las fotos. Podríamos subir a la azotea y chillar cuanto nos queremos. Podríamos ir a un pub y besarnos en las escaleras, como hacen todas las parejas. Podríamos parar un ascensor entre dos plantas y bailar pegados hasta que alguien se quejase. Podríamos comprar un pez y llamarlo Dory, o Nemo. Podríamos hacer el amor en una fría noche de invierno para calentarnos. Podríamos salir al balcón a fumar y mirar el horizonte.

Podríamos hacer todo eso y más, pero para eso tendrías que quererme.